Las flores de cempasúchil, con sus vibrantes tonos anaranjados y amarillos, son un símbolo icónico del Día de Muertos en México. Estas flores no solo adornan altares y tumbas, sino que también llevan consigo siglos de tradición y simbolismo.
Historia y Origen del Cempasúchil
El cempasúchil, conocido también como «flor de veinte pétalos», tiene sus raíces en las culturas prehispánicas de México. Su nombre proviene del náhuatl «cempohualxochitl» (cempoal, veinte; xochitl, flor), y ha sido cultivada y utilizada por civilizaciones como la mexica y la maya desde tiempos antiguos.
Se creía que sus vivos colores guiaban a las almas de los difuntos en su camino de regreso al mundo de los vivos durante las celebraciones en su honor.
En la época prehispánica, el cempasúchil se usaba también en ceremonias religiosas, curaciones y rituales, pues se le atribuían propiedades medicinales y espirituales. Cuando llegaron los españoles, las tradiciones indígenas se mezclaron con el catolicismo, y así el cempasúchil se convirtió en un símbolo del Día de Muertos, celebrado cada 1 y 2 de noviembre.
En Picnic visitamos a nuestro amigo Edgar Centeno, quien es Ingeniero agrónomo y desde hace algunos años se dedica al cultivo de esta y otras especies en su huerto, nos contó que inició hace cuatro años con el objetivo de adornar la tumba de su mamá con estas peculiares flores.
En sus redes sociales Edgar comparte consejos y anécdotas relacionadas al cultivo y cosecha de diversas variedades de plantas y flores, además de tener junto a su esposa una florería en la comunidad de Santa Rosa Plan de Ayala, en León, Guanajuato.
Significado del Cempasúchil en la Ofrenda de Día de Muertos
La flor de cempasúchil es un elemento esencial en las ofrendas de Día de Muertos, ya que se cree que su aroma y su color son una guía para los espíritus de los seres queridos que vienen a visitarnos en estas fechas. Al colocarlas en los altares, se crea un camino de pétalos que representa el recorrido que los difuntos siguen para llegar al altar y reencontrarse con sus familiares.
Este uso de los pétalos para «marcar el camino» se mantiene desde tiempos antiguos y es una de las tradiciones más queridas y respetadas de México.
Además de decorar, estas flores simbolizan el ciclo de la vida y la muerte, recordándonos que la muerte es solo una etapa de transición. La presencia del cempasúchil en la ofrenda también refleja la creencia en la continuidad de la vida después de la muerte y la importancia de recordar y honrar a los seres queridos que ya no están físicamente con nosotros.
Variantes y Evolución del Cempasúchil
Con el paso de los años, la flor de cempasúchil ha sido objeto de estudios e innovaciones que han llevado a la creación de distintas variedades. Aunque el cempasúchil tradicional sigue siendo el favorito, hoy en día existen especies de diferentes tamaños, con tonos que varían del amarillo intenso al naranja y al rojo.
Estos cambios no solo han enriquecido su apariencia, sino que han ampliado su uso ornamental en jardines y en celebraciones fuera de México.
Además, en los últimos años, el cempasúchil ha encontrado un lugar en la gastronomía y en productos como jabones, cremas y hasta en infusiones, demostrando la versatilidad y relevancia de esta planta en la vida cotidiana.
Los campos de cempasúchil están en su máximo esplendor 😍
Este símbolo tan especial nos recuerda que el Día de Muertos es una celebración de amor y tradición.
¿Has visitado alguno? 💀☠️#DíaDeMuertos #TradicionesQueViven #flordecempasuchil #Guanajuato #coloresdeguanajuato pic.twitter.com/zUwSBei384— Picnic GTO (@picnicgto) October 25, 2024
Preservemos la Tradición y Apoyemos el Cultivo de Cempasúchil
El cempasúchil es más que una simple flor; es un símbolo de nuestra identidad y de nuestras tradiciones. Al consumir productos hechos con cempasúchil y al elegir flores cultivadas en México, apoyamos a nuestros agricultores y mantenemos viva esta hermosa tradición.
Cada Día de Muertos, al llenar nuestros hogares de cempasúchil, no solo honramos a quienes se han ido, sino que también contribuimos a la preservación de nuestras raíces y a la transmisión de estos valores a futuras generaciones. ¡Hagamos que el cempasúchil siga floreciendo por muchos años más!